¿Qué ver Turín?
Torino, que es así como se llama la ciudad en italiano, es la capital de la región del Piamonte, en el norte del país.
A las orillas del río Po y con vistas a los Alpes, Turín es una ciudad próspera, cultural y con una excelente gastronomía.
Dos días es suficiente para ver los principales lugares turísticos de Turín. Es una escapada perfecta para un fin de semana.
Os dejamos una lista de los lugares que no os podéis perder en Turín:
- Mole Antonelliana.
La Mole Antonelliana es el símbolo Turín, su aguja define el skyline de la ciudad. Su nombre lo debe al arquitecto que la diseñó, Alessandro Antonelli. Con la construcción de rascacielos, ha dejado de ser el edificio más alto de Turín, pero sigue siendo el de más altura del centro histórico de la ciudad.
En su interior alberga el Museo Nacional del cine, una visita obligada para los amantes del séptimo arte.
- Palacio Real de Turín .
Durante tres siglos (XII-XIX), la casa real de los Saboya, se movía por el Palacio Real mostrando su opulencia. Se pueden visitar muchas de las estancias que fueron el centro de poder y es fácil imaginarse a la corte recibiendo a importantes personalidades, el rey sentado en su trono o una recepción en un gran salón comedor.
La parte más impresionante del Palacio Real de Turín es la armería. Imponente, señorial y con unos frescos en el techo preciosos.
El precio de la entrada es de 12 euros. Aquí encontraréis más información sobre exposiciones temporales y horarios.
El Palacio Real se encuentra en la Piazza Castello, probablemente la más bonita de la ciudad.
- Puerta Palatina.
Iulia Augusta Taurinorum, la antigua ciudad romana que hoy es Turín, tenía cuatro puertas de acceso. La Porta Palatina, es una de las dos que quedan hoy día en pie.
- Catedral de Turín: Catedral Metropolitana de San Juan Bautista.
Muy cerca de la Puerta Palatina, nos encontramos con la Catedral de Turín.
De estilo renacentista y barroco, data del año 1498 y es famosa en el mundo entero por custodiar la que se supone es la sábana con la que envolvieron a Jesús al bajar de la cruz.
- Museo Egipcio de Turín.
El Museo Egipcio de Turín es considerado el segundo más importante del mundo, después del Museo del Cairo.
Es una visita obligada en la ciudad, he podido revivir mi viaje a Egipto paseando por las distintas galerías del museo.
Además está muy bien organizada la visita, con la entrada te dan una audioguía que te ofrece distintos tipos de tours o visita por libre escuchando los elementos que más te interesen.
Únicamente por la galería en la que se encuentran las figuras de la gran diosa Sekhmet, ya merece la pena entrar.
Sekhmet, la terrible, la poderosa, diosa de diosas, la diosa madre es representada en varias esculturas en una gran sala con una perfecta iluminación.
Aquí, encontraréis mas información para preparar la visita al Museo Egipcio de Turín.
- El Borgo medieval de Turín.
A orillas del río Po, encontramos una recreación de un típico pueblo medieval piamontesa. Se construyó para la exposición general italiana en el año 1884.
Es muy agradable pasear por dentro del pueblo, está muy cuidado y encontramos algún restaurante y tiendas de objetos antiguos o artesanos.
No se cobra entrada, así que es una visita gratis en Turín mas que recomendable.
- El Gran Balón, mercado de antigüedades en Turín.
En la parte trasera del Mercado Central de Turín, un lugar muy interesante para comer o tomar el aperitivo, se instala el mercado de antigüedades de Turín.
Es uno de los mercados con mas encanto de Europa, un must para los amantes de los objetos vintage. Se celebra todos los sábados de 7 a 17 horas, pero el primer domingo de mes se celebra el Gran Balón. Al que se acercan comerciantes de antigüedades de toda la región y el mercado es mucho más grande que un sábado normal.
El famoso mercado ya figura citado en artículos de principios del siglo XX, las calles principales en las que perderse son Vía Borgo Dora y Vía Salita del Maglio.
- Las mejores vistas de Turín.
Si se quiere tener una buena panorámica de la ciudad se debe subir a Santa María del Monte dei Capuccini. La iglesia no tiene gran atractivo, pero la subida merece la pena para ver la ciudad italiana desde lo alto.
A pesar de los puntos citados, Turín, igual que pasa en muchas ciudades europeas, se vive en las calles. Lo bonito es perderse, y descubrir plazas como la Piazza San Carlo o Castello, entrar en cafeterías antiguas y fotografiar los muchos palacios que tiene la ciudad.
Perderse por Italia, siempre es un placer para los sentidos.