Abadía de Fontfroide
En nuestra ruta por ¨Le Pays Cathare¨ pudimos visitar la Abadía de Fontfroide, perteneciente a la orden del Císter y fundada en el año 1093.
En el año 1151 Fontfroide ya era una de las abadías cistercienses más ricas de toda Europa.

Fontfroide y el Catarismo
Desde las paredes de este complejo monástico se luchó contra los cátaros, para la religión católica, eran considerados herejes por sus ideas.
Los cátaros creían en Cristo y su guía espiritual era el Evangelio según San Juan, se hacían llamar los únicos representantes de la verdadera religión cristiana. Sus creencias se basaban en la dualidad, el mundo está dividido entre el Bien y el Mal.
A finales del siglo XIII la Abadía es considerada todo un ejemplo de recinto monástico, todo lo necesario para la vida de los monjes se podía conseguir en el interior, sin que tuvieran la necesidad de salir al mundo exterior.
En el año 1476 Fontfroide cae en el sistema comanditario, siendo un elegido por el papa y más tarde por el rey el que controle las rentas del monasterio. Después de distintos momentos de esplendor y declive, la Abadía en el 1791 se vendió y los monjes volvieron a vivir en ella en el 1858 hasta que en el 1901 se marcharon los últimos monjes cistercienses.

En el año 1908 el artista Gustave Fayet compró la propiedad, restauró algunas áreas y lo que es más importante, tanto él como sus amigos artistas , venidos desde París, dejaron su huella en muchos de los muebles, ventanales, puertas, etc…
Hoy día la familia de Gustave Fayet gestionan la propiedad adaptándose a los nuevos tiempos, ofreciendo visitas guiadas, alquilando espacios para eventos de empresas o particulares y realizando actividades relacionadas con el mundo del vino y la gastronomía en el restaurante ¨La Table de Fontfroide¨.
La visita es muy interesante para ver como se han ido añadiendo estilos arquitectónicos y de vida a la construcción. Así pues, nos encontramos con un patio ( que nos recuerda al de un castillo) del s. XVIII, las vidrieras que datan del 1913, la Iglesia Abacial, el Campanario del s. XIV, la Callejuela de los Conversos o los jardines de estilo italiano.
Sin duda, el rincón más bello es el claustro, centro del monasterio y lugar de paso de los monjes en su día a día.


Al finalizar la visita nos encontramos con una bella rosaleda, en el sur de la abadía, que permaneció durante año cerrada por ser un cementerio.

Algunos TIPS para la visita a la Abadía Fontroide:
- El precio de la entrada sencilla es de 10.80 €.
- El precio de la entrada con visita guiada es de 12.80 € (consultar horarios).
- En el recinto cuenta con una bodega en la que realizar una cata gratuita de vinos del territorio Corbières.
- El Restaurante ¨La Table de Fontfroide¨ ofrece menús del mediodía a muy buen precio y resultado genial.

Sin ninguna duda, la Abadía de Fontfroide es una visita imprescindible,
muy cercana a la bella Narbona.
La abadía y su entorno son preciosos, es una visita agradable y más que recomendable cerca de Narbona.
Sí, pasamos una mañana muy agradable 🙂
Un abrazo.
La visitamos hace ya más de 10 años de camino a Carcasona y la verdad es que nos encantó.
Hola Jordi,
Cierto es un lugar muy bonito. Un abrazo y gracias por comentar.