Sète, ciudad marinera

Desde el primer momento que se llega a Sète,  se percibe que el mediterráneo ha marcado el día a día de sus gentes. Se auto proclaman orgullosos más orgullosos de ser pescadores que marineros.

Cada tarde, se puede ver el regreso al puerto de los barcos de arrastre, que van a llenar los hogares y restaurantes de productos de alta calidad.

Sète se construyó por el mandato de Luis XIV, que eligió este lugar para conectar el Canal du Midi con el mar.

Cada dos años, Sète, celebra una gran fiesta durante el fin de semana de Pascua. Grandes veleros de distintos lugares se acercan a su puerto para festejar con buena gastronomía, música y espectáculos musicales.

Pero no es necesario esperar a que se celebre la ¨Escala en Sète¨, cualquier día del año es ideal para dejarse caer por esta ciudad llena de canales, tradiciones y gente acogedora.

¿Qué hacer en Sète?

• Visitar el Mercado Les Halles, en el que la gente local se acerca a hacer el aperitivo en familia o con amigos, además de hacer la compra de productos locales.

• Perderse en los 12 kilómetros de playa que ofrece la ciudad.

• Coger un barco desde el puerto de Sète para ver la costa y el fondo marino. La compañía Aquarius – La Mer, hace un recorrido muy recomendable y sale delante del Pont de la Savonnerie.

• Arte Urbano de Sète. Podemos ver en muchos rincones pinturas preciosas al aire libre, cada año se celebra el festival K-Live en el que se invita a artistas para diseñar un museo a cielo abierto.

• El Teatro Molière. Data del 1904 y hoy día es un monumento histórico de la ciudad y se representan obras de alto nivel.

• Subir andando al Mont St-Clair y tener las mejores vistas de Sète. Desde arriba se entenderá porque muchos la llaman la Venecia de Francia. Una vez arriba, hay un pequeño bar para reponer fuerzas.

• Probar las famosas Tielle. Plato típico, una gran empanada rellena de sofrito de tomate con cebolla y pulpo. ¡Os encantarán! Aquí os hablamos del mejor lugar para comer Tielle en todo Sète.

• Ir al barrio Pointe Courte, lo que es para nosotros lo mejor de Sète. Nos encantó. Una península en la que casi no entran coches, sólo de los locales, con cuatro calles en las que parece que aún se vive de puertas a fuera. Casas de colores, barcos de pesca amarrados, redes de arrastre colgadas al sol y vecinos pescando en la calle. Un lugar único.

Algunos Tips:

• Mercadillos en Sète. Los miércoles por la mañana, gran mercado en el centro. Los jueves por la mañana, mercado de productos de la tierra en la plaza Édouard – Herriot.

• ¿Buscando hotel en Sète? Nos alojamos en Hotel de París, muy acogedor y con una ubicación excelente.

• ¿Dónde comer o cenar en Sète? Restaurante Oh Gobie, 9 quai Mximin Licciardi, Sète. Muy recomendable, del mar a la mesa con buen servicio.